El ganache de fresa es una deliciosa mezcla de crema y chocolate blanco con sabor a fresa. Se crea calentando la crema y luego agregando el chocolate para crear una textura suave y sedada. Perfecto como relleno de pasteles, cobertura o salsa para frutas. Su textura cremosa y el equilibrio entre el dulzor del chocolate y el toque ácido de las fresas lo convierten en un placer irresistible.
Ingredientes:
- 200 g de chocolate blanco (preferiblemente de buena calidad), picado en trozos pequeños.
- 1/2 taza de crema de leche (nata para montar)
- 1/2 taza de fresas frescas, lavadas, secadas y cortadas en trozos pequeños.
- Opcional: 1 cucharadita de extracto de vainilla o licor de fresa (opcional, para realzar el sabor).
Asegúrese de tener fresas frescas y chocolate de buena calidad antes de comenzar la preparación.
Preparación:
1. Coloque el chocolate blanco picado en un recipiente resistente al calor.
2. En una cacerola pequeña, calienta la crema de leche (nata) a fuego medio hasta que comience a hervir. No dejes que hierva por completo, solo caliéntala lo suficiente.
3. Vierta la crema caliente sobre el chocolate blanco picado en el recipiente. Deja reposar durante aproximadamente 1 minuto para que el chocolate comience a retirarse.
4. Con una espátula o cuchara de metal, comience a revolver suavemente desde el centro del tazón hacia afuera hasta que la mezcla esté suave y homogénea. Si es necesario, puedes calentar ligeramente la mezcla en el microondas en intervalos cortos para ayudar a derretir el chocolate por completo, pero ten cuidado de no sobrecalentarlo.
5. Una vez que el chocolate y la crema estén completamente mezclados y suaves, agrega los trozos de fresa y el extracto de vainilla o licor de fresa si estás usando alguno. Revuelve suavemente para incorporar los ingredientes.
6. Deja reposar la ganache a temperatura ambiente durante unos 15-20 minutos para que se enfríe un poco y tome consistencia.
7. Si planeas usar la ganache como relleno de tortas o cupcakes, puedes dejarla reposar a temperatura ambiente hasta que alcance una consistencia adecuada para extender. Si desea una ganache más espesa para cubrir pasteles, coloque el recipiente en el refrigerador durante unos 30 minutos, revolviendo cada 10 minutos para evitar que se endurezca demasiado.
Una vez que la ganache haya alcanzado la consistencia deseada, ¡estarás listo para usarla en tus postres! Puedes conservar cualquier sobrante en el refrigerador en un recipiente hermético y calentar suavemente antes de volver a usarla. ¡Disfruta de tu ganache de fresa en tus creaciones dulces!