El Pan de Viena es un tipo de pan originario de Viena, Austria, conocido por su corteza dorada y crujiente. Su textura es esponjosa y su sabor suave, lo que lo hace versátil para acompañar tanto platos salados como dulces. Su elaboración incluye ingredientes como harina de alta calidad, leche y mantequilla, dándole una calidad distintiva.
Ingredientes:
- 500 g de harina de trigo
- 10 g de sal
- 10 g de azúcar
- 10 g de levadura seca
- 300 ml de agua tibia
- 50 ml de leche
- 50 g de mantequilla derretida
- 1 huevo (para cepillar la superficie)
Asegúrate de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente para una mejor fermentación y textura del pan. Además, amasa la masa lo suficiente para desarrollar el gluten, pero evita excederte para evitar que el pan resulte denso.
Preparación:
1. En un tazón grande, mezcla la harina y la sal.
2. En otro recipiente, disuelve el azúcar en agua tibia y agrega la levadura. Deja reposar durante unos minutos hasta que comience a espumar.
3. Agrega la mezcla de levadura a la harina. Luego, añade la leche y la mantequilla derretida. Mezcla bien hasta formar una masa.
4. Amasa la masa en una superficie enharinada durante unos 10 minutos o hasta que esté suave y elástica.
5. Coloca la masa en un tazón engrasado, cúbrelo con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora o hasta que haya duplicado su tamaño.
6. Precalienta el horno a 180°C.
7. Divide la masa en porciones y forma los panes según tu preferencia. Puedes hacer panes alargados o redondos.
8. Coloca los panes en una bandeja para hornear y deja reposar durante unos 15 minutos.
9. Bate el huevo y cepilla la superficie de los panes con huevo batido.
10. Hornea en el horno precalentado durante unos 20-25 minutos o hasta que estén dorados.
11. Retira del horno y deja enfriar antes de cortar.
¡Listo! Ahora puedes disfrutar de tu pan de Viena casero. ¡Buen provecho!