Los pedos de monja son un dulce tradicional de la gastronomía española, especialmente popular en épocas festivas y religiosas. Su nombre peculiar proviene de la forma en que la masa frita se infla al cocinarse, recordando el sonido de un «pedo» o flatulencia. Su sabor suave y textura crujiente los convierten en una delicia irresistible para muchos paladares.
Ingredientes:
- 1 taza de agua
- 1/2 taza de mantequilla
- 1 pizca de sal
- 1 taza de harina de trigo
- 4 huevos
- Aceite para freír
- Azúcar glas (opcional)
Antes de comenzar, asegúrate de tener todos los ingredientes medidos y preparados. Mantén la temperatura del aceite constante para obtener unos pedos de monja perfectamente dorados y esponjosos.
Preparación:
1. En una cacerola, lleva a ebullición el agua, la mantequilla y la sal a fuego medio-alto.
2. Una vez que la mezcla esté hirviendo y la mantequilla se haya derretido por completo, retira la cacerola del fuego y agrega la harina de una vez. Remueve rápidamente con una cuchara de madera hasta que la mezcla forme una bola y se despegue de los bordes de la cacerola.
3. Transfiere la masa a un tazón grande y deja que se enfríe durante unos 5 minutos.
4. Agrega los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición hasta que la masa esté suave y brillante.
5. Calienta abundante aceite en una sartén grande a fuego medio-alto.
6. Con la ayuda de dos cucharas, forma bolitas con la masa y fríelas en el aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes por fuera y cocidas por dentro, unos 3-4 minutos.
7. Retira los buñuelos del aceite y colócalos sobre papel de cocina para escurrir el exceso de grasa.
8. Opcionalmente, espolvorea los pedos de monja con azúcar glas antes de servir.
¡Y listo! Disfruta de estos deliciosos buñuelos de viento, ¡son perfectos para acompañar una taza de café o chocolate caliente!