El pan de salvado es un tipo de pan integral enriquecido con la capa externa del grano de trigo. Esta variante es conocida por su mayor contenido de fibra, lo que promueve la salud digestiva y ayuda a controlar el azúcar en la sangre. Su textura densa y sabor característico lo convierten en una opción nutritiva para aquellos que buscan una alternativa más saludable al pan convencional.
Ingredientes:
- 2 tazas de harina de trigo integral
- 1 taza de salvado de trigo
- 1 taza de harina de todo uso
- 1 sobre de levadura seca (aproximadamente 7 gramos)
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharada de azúcar
- 1 taza de agua tibia
- 2 cucharadas de aceite de oliva
Asegúrate de tamizar el salvado para obtener una textura más fina y mezcla los ingredientes secos por separado antes de incorporarlos a la masa para lograr un pan de salvado más esponjoso y uniforme.
Preparación:
1. En un tazón grande, mezcla la harina de trigo integral, el salvado de trigo y la harina de todo uso.
2. En un tazón pequeño, disuelve la levadura y el azúcar en agua tibia. Deja reposar la mezcla durante unos minutos hasta que comience a espumar.
3. Agrega la levadura activada a la mezcla de harina. Añade la sal y el aceite de oliva.
4. Amasa la masa en una superficie enharinada durante unos 10 minutos, o hasta que la masa esté suave y elástica.
5. Coloca la masa en un tazón engrasado, cúbrelo con un paño húmedo y deja que repose en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
6. Precalienta el horno a 180°C.
7. Amasa la masa nuevamente para quitar el aire. Da forma al pan y colócalo en un molde para pan engrasado.
8. Cubre el pan con un paño húmedo y deja que repose durante otros 30 minutos.
9. Hornea en el horno precalentado durante unos 30-40 minutos, o hasta que el pan suene hueco al golpearlo.
10. Deja enfriar antes de cortar y disfrutar.
¡Espero que disfrutes de tu pan de salvado! Puedes ajustar las proporciones según tus preferencias y necesidades dietéticas. ¡Buen provecho!